Si bien los niveles de contaminación del aire en zonas industriales de La Plata se redujeron, en el casco urbano se incrementaron en los últimos años. Esto está relacionado con el crecimiento del parque automotor. Andrés Porta, doctor en bioquímica, investigador de la CIC y director del Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM) viene estudiando desde 1999 este fenómeno que afecta a la salud y al medioambiente. Por otro lado, explicó de qué manera el aislamiento del año pasado a causa de la pandemia disminuyó la contaminación atmosférica, observándose en la región un descenso de hasta un 52% de los niveles de dióxido de nitrógeno.
¿Qué zonas son las más afectadas por la contaminación atmosférica y cuáles son las fuentes que la producen?
En el Gran La Plata se reconocen dos fuentes principales de emisión de contaminantes industriales: las emisiones de fuente industrial, en esta región por su magnitud el Polo Petroquímico de Ensenada. Lo mismo ocurre en Bahía Blanca con su Polo Petroquímico, o con otros Polos industriales con alta actividad productiva, por ejemplo, en la zona Zárate-Campana-San Nicolás (siderurgia), u Olavarría (tosquera y cementera). La otra fuente preponderante es el tránsito automotor, cuyo aporte se incrementa al crecer el parque automotor, y no desarrollarse una política de regulación del mismo.
¿Los niveles de contaminación siempre fueron elevados o en algún momento se registró algún descenso?
En los últimos años, han disminuido los niveles de contaminación atmosférica en la zona industrial de La Plata, seguramente en función de los acuerdos logrados desde el OPDS y las empresas del Polo. Por ejemplo, para material particulado (MP) -aerosoles- de la fracción con tamaño menor a 10 micrones (MP10), en 2015 se encontraban valores de MP10 entre 55 y 60 µg/m3 y entre 2018 y 2019 los valores estuvieron en unos 30 µg/m3. En el casco urbano de La Plata encontramos para 2015 valores que estaban entre 15 y 20 µg/m3; y en 2018-2019 los valores se elevaron entre 25 y 30 µg/m3, acercándose a los niveles de zona industrial. Evidentemente hay que controlar las emisiones del parque automotor.
¿Qué pasó en 2020 durante las ASPO?
Del mismo modo que pudimos observar la recuperación de la naturaleza en tantos lugares muy afectados por la acción antrópica, como el regreso de delfines en Venecia; la presencia de distintos animales en varias ciudades europeas, o de canguros en asentamientos australianos; en varias ciudades de argentina -La Plata entre ellas- se pudo observar disminuciones muy destacadas del nivel de contaminantes en el aire. El estudio se realizó en base a mapas elaborados en la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) a partir de la información satelital sobre las ciudades de Rosario, Mendoza, y San Miguel de Tucumán, y actualizó los datos disponibles sobre la ciudad de Córdoba y Buenos Aires, que pusieron en evidencia una destacada disminución en los niveles del dióxido de nitrógeno (NO2).
El NO₂ es uno de las especies gaseosas elegidas para monitorear la calidad del aire, debido a que su abundancia está muy relacionada al tránsito vehicular y aéreo, también a la actividad de algunas industrias.
¿Qué observaron en La Plata?
Las imágenes satelitales permitieron observar un muy notorio descenso de las concentraciones de los contaminantes del aire, concomitantes con el abrupto descenso en el número de vehículos transitando en la ciudad. Así, por ejemplo, para el NO2 durante la fase 1 de 2020 su concentración descendió hasta un 52%.
¿Qué compuestos contaminantes son los que se hallaron durante los estudios previos a la pandemia?
Los contaminantes más destacados, son los reconocidos como contaminantes criterio, porque están regulados por la legislación vigente (dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, ozono y MP10), justamente debido a sus efectos sobre la salud de la población y el medio ambiente. A estos se suman los compuestos orgánicos volátiles (COVs), y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), varios de ellos con propiedades carcinogénicas; y metales adsorbidos al MP.
¿De qué manera estos contaminantes afectan a la salud de las personas?
Estos gases son reconocidos por sus propiedades sofocantes e irritantes de las vías respiratorias. El MP, sobre todo los de tamaño menor a 2,5 micrones, está asociado directamente con el incremento de la mortalidad para la población expuesta.
¿A qué grupos poblacional afecta principalmente?
Dada su mayor vulnerabilidad, los grupos poblacionales más afectados son los adultos mayores y los niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS) justamente en función de estos efectos, establece niveles guías para los contaminantes aludidos, niveles que no deben sobrepasarse para evitar efectos nocivos para la salud expuesta.
¿De qué manera se mide o se realiza el muestreo? ¿Es un monitoreo constante el que se realiza?
En realidad, venimos estudiando la contaminación en La Plata y alrededores desde 1999, cuando comenzamos en el marco de una cooperación con el UFZ de Alemania y el equipo dirigido por el Dr. Herbarth de la Universidad de Leipzig. Luego continuamos trabajando asociados con profesionales del Hospital de niños de La Plata (Dres. Horacio González, Fernando Wichmann y Juan Ditondo) y de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP (Profesores Alfredo Carballeda y Mariano Barberena) para desarrollar un estudio de alteraciones de la funcionalidad pulmonar y un relevamiento epidemiológico en niños de edad escolar. También mantuvimos monitoreos de modo permanente de MP y COVs, con el apoyo de la CIC, UNLP y CONICET. En esa oportunidad encontramos diferencias significativas en los parámetros respiratorios de los niños de Ensenada respecto a los de La Plata y muy elevados niveles de COVs. Eso condujo a un replanteo de mejoras en las fuentes, mediante un acuerdo entre OPDS y la empresa, y en consecuencia esos niveles de COVs disminuyeron casi 10 veces para 2008.
¿Cómo realizan el monitoreo?
Las mediciones de MP se realizan mediante equipos de monitoreo discretos (reúnen los aerosoles durante 3 a 5 días, mediante el paso forzado del aire por un sistema de fraccionamiento de aerosoles por tamaño y retención en filtros adecuados) que permiten separar y recuperar MP10 y MP2,5; y analizar sus componentes, y un instrumento de monitoreo continuo (el aire ingresa en una cámara y atraviesa un haz de luz que dispersa, a mayor dispersión, mayor contenido en aerosoles). Pero también determinamos niveles de MP mediante información de imágenes satelitales oportunamente calibradas con datos a nivel del suelo.
¿Hay una legislación nacional o provincial que diga cuáles son los niveles de contaminación, digamos, “prudentes” o “aceptables”? ¿Qué recomienda la OMS?
Los niveles propuestos por la OMS son referenciados internacionalmente como aquéllos que evitan efectos no deseados, y están soportados por extensos estudios epidemiológicos en distintas regiones.
La actual legislación provincial, el Decreto 1074/2018, significó un retroceso en los niveles de referencia para la calidad del aire en varios compuestos, pero sin embargo incorporó el MP2,5 y además allí se plantea llegar a los niveles propuestos por la OMS en una serie de etapas con niveles escalonados. Por ejemplo, el nivel actual de referencia para MP10 para 24 horas es 150 µg/m3, mientras que la OMS establece como guía de calidad 50 µg/m3.
Estas mismas “diferencias” se observan en la legislación de CABA y la de ACUMAR. Nos encontramos en estos días discutiendo con los profesionales de estas tres entidades disminuir este nivel inicial dado el número de muertes que se podrían evitar, y que los valores estadísticos de las emisiones actuales logran cumplirlo.