Las pantallas son parte de nuestra vida. Computadoras, televisores, smartphones. En autos, colectivos, en el cine, en el espacio público las encontramos. Y detrás de esas pantallas hay una demanda que genera trabajo, ganancias y oferta; con impacto en el mercado laboral y en las decisiones de vida (trabajo, estudios) de las personas.
En la provincia existen empresas (no necesariamente audiovisuales) que producen contenidos, organismos públicos que trabajan con el audiovisual, universidades con ofertas académicas sobre la profesión y una gran cantidad de trabajadoras y trabajadores ¿Se puede hablar entonces de industria audiovisual bonaerense? ¿Qué políticas públicas puede llevar adelante el Estado para apuntalar este sector productivo?
Un equipo de investigadores de universidades públicas de la Provincia está estudiando el nacimiento y crecimiento de este actor de la producción local. Su hipótesis es que se puede hablar en la actualidad de un sector productivo audiovisual con empresas, puestos de trabajo y encadenamientos productivos con otros sectores, (hotelería, gastronomía, turismo, software). En este sentido, se proponen indagar su potencial de crecimiento, que además puede cumplir un importante rol en reforzar la identidad bonaerense.
Los resultados de esta investigación serán volcados en un informe con propuestas para políticas públicas concretas para este sector. El proyecto cuenta con el apoyo de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia a través de la convocatoria Ideas-Proyecto.
Un rubro pujante
Leandro González es Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional General Sarmiento y es quien dirige este proyecto del cual forman parte científicos sociales, economistas, geógrafos y realizadores audiovisuales de universidades de toda la Provincia. “Argentina ha sido un gran exportador de obras audiovisuales con gran impacto en Latinoamérica”, dice respecto a la potencia de esta industria que hoy contiene soportes muy diversos: televisión, redes sociales, streaming, videojuegos.
En la actualidad la Provincia de Buenos Aires cuenta con por lo menos 8 universidades nacionales y provinciales con ofertas académicas vinculadas a la producción audiovisual. A su vez, en las grandes ciudades de la provincia como AMBA, pero también Mar del Plata, Junín, Tandil y Bahía Blanca existe una gran cantidad de productoras y agencias de comunicación que trabajan con el audiovisual.
Una novedad sobre este trabajo es que incluye al gaming dentro del informe. “Muchas veces se la encuadra dentro de la rama del software, pero puede ser pensada como parte del audiovisual tranquilamente”, explica González. Es que los videojuegos pueden ser pensados como experiencias audiovisuales interactivas que requieren trabajos de edición de videos y animaciones. “Nuestro país tiene un vínculo histórico con EE UU, Europa y, en menor medida, Asia”, añade.


Pero el rubro no se ciñe al streaming, la televisión o el gaming. El sector audiovisual, explica el director del proyecto, es también una pata fundante del marketing digital y puede brindar servicios a empresas de los más diversos rubros. Del mismo modo se usa para simulaciones en el desarrollo de productos (un ejemplo concreto puede ser una maquinaria agrícola o el funcionamiento de un avión). “Hay que pensar cómo la actividad se inserta de forma transversal en distintas cadenas de valor para robustecer el sistema productivo”.
Un punto importante a tener en cuenta es que la enorme mayoría de medios audiovisuales del país se concentra fuertemente en la Ciudad de Buenos Aires. Al respecto, González confía que con las políticas adecuadas “la Provincia tiene las condiciones ideales” para que “actividades de servicio como el audiovisual florezca”. “Polos productivos, urbanos e industriales como Mar del Plata, Bahía Blanca, conurbano bonaerense y La Plata constituyen una provincia diversa y productivamente compleja. Esta transformación digital requiere una estrategia local”, completa.

Hacía una ley provincial de Audiovisual y un “INCAA bonaerense”
En 2024 la legislatura bonaerense debatió Ley de Promoción y Desarrollo de la Industria Audiovisual de la Provincia, más conocido como “Ley Audiovisual”, un proyecto que tiene como eje “pensar políticas para el sector como parte del sector productivo además de cultural”.
El proyecto de ley obtuvo media sanción en Diputados y crea un fondo de fomento para producciones de 675 millones de pesos, que se actualiza año a año por la ley de Presupuesto bonaerense, en función de la variación del valor de entradas promedio de cine establecido por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
De las provincias con grandes demografías, Buenos Aires es la única que no tuvo una ley específica sobre audiovisual. De aprobarse la Ley, la industria audiovisual bonaerense tendría el apoyo que perdió por el ajuste en el INCAA y el desfinanciamiento del Estado nacional. A nivel continental el Estado de San Pablo en Brasil es un caso de estudio para replicar en PBA.
Hay provincias como San Luis, Mendoza o Córdoba que fueron sancionando leyes con distintos niveles de intervención; o ciudades con políticas específicas como Rosario. “Más allá de mirar esas experiencias, Buenos Aires tiene que tener su ley que contemple sus propias características, que introduzca una impronta productiva complementaria a la impronta cultural”.
La valorización del audiovisual como actividad productiva es un proceso lento y reciente. A nivel nacional existe la Ley de Economía del Conocimiento que incluye entre las actividades promovidas al sector audiovisual. “A nivel nacional está regulada desde hace muchos años; la primera ley de cine es del año 1968, pero desde entonces lo que predomina es una impronta cultural”, afirma el director del proyecto.

Por Juan Vera Visotsky