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Investigadoras de la CIC reflexionan sobre los desafíos de hacer ciencia

Las mujeres todavía sortean obstáculos para desempeñarse en el campo científico. Siguen su pasión esquivando estereotipos y trabajan a diario para romper con el techo de cristal.

  • Entrada publicada:8 marzo, 2021

En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, destacadas científicas que ejercen un rol fundamental en el campo de la ciencia y la tecnología en la Comisión de Investigaciones Científicas, comparten vivencias y testimonios. Desde los motivos que influyeron en la elección de su carrera, pasando por los desafíos que implica hacer ciencia y ponerle el cuerpo. Sus miradas incluyen observaciones sobre la disparidad de género en el sector y estereotipos naturalizados, que no es ajeno a las desigualdades vigentes en otros ámbitos laborales.
Muchas de ellas se encuentran trabajando en proyectos de investigación destinados, desde distintas aristas, a la lucha contra el COVID-19. La voz es una sola: aportar soluciones y desde ahí encontrar respuestas a cantidad de problemáticas instaladas y aumentadas por la pandemia. En este contexto, fueron y son pioneras en materia de salud pública, vacunas y tratamientos innovadores, a pesar de la sobrecarga de tareas del hogar que también potenció el confinamiento.
Todas acuerdan en que hay que fomentar la redistribución de las tareas de cuidado, ya que esto se relaciona estrechamente con la accesibilidad y el tránsito de la mujer en el campo científico. Apuestan al desarrollo de una carrera que contemple la producción de conocimiento científico, en la búsqueda de resultados que posibiliten una mejor calidad de vida para los y las bonaerenses. Entienden a la actividad científica como un trabajo colectivo, interdisciplinar, y una labor de gran compromiso social.   
A continuación, sólo una pequeña muestra del amplio universo que componen y representan las científicas de la CIC. Todas con un mismo horizonte desde la investigación, la innovación y la tecnología, trabajando para lograr la democratización de la ciencia y la soberanía científica.

ADRIANA ALIPPI
Es Investigadora Principal de la CIC. Ingeniera Agrónoma y Doctora de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. Trabaja en la Unidad de Bacteriología del Centro de Investigaciones en Fitopatologías (CIC-UNLP).
Descubrió su vocación científica desde la infancia; “a los 7 años ya tenía en claro que me quería dedicar a la ciencia y lo logré. Hoy tengo el privilegio de trabajar en algo que me encanta dentro del área de la Bacteriología”, cuenta Adriana, pero reconoce que mucho tuvo que ver también en esto su papá, “me llevaba todos los sábados a su laboratorio a “mirar microbios”. Ahí descubrí el fascinante mundo de una gota de agua vista en el microscopio”.
Para las mujeres en ciencia “aún existe el llamado techo de cristal, dado que a igualdad de capacidades y antecedentes, aún les cuesta llegar a cargos jerárquicos y de toma de decisiones. Como si un cargo de mando, por así decirlo, estuviera reservado exclusivamente para los investigadores hombres”, define. 
Y agrega: “en la Argentina, alrededor de un 60% de las personas que trabajan en el sistema científico y tecnológico son mujeres, no obstante, existe un efecto tijera: una paridad en el comienzo de la carrera de investigación, con números similares de becarios/as e investigadores/as de las categorías asistente y adjunto hasta independiente y, posteriormente, una notoria desigualdad a favor de investigadores varones en las categorías más altas de investigador principal y superior”.

PAULA ALFIERI
Lic. en Ciencias Biológicas – Biotecnología. Dra. de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. Se desempeña como Investigadora Adjunta de la Comisión de Investigaciones Científicas, en el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias y Tecnologías de Materiales (CIC-UTN Facultad Regional La Plata).
Paula, junto a Guadalupe Canosa, del Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias y Tecnología de Materiales (CIC-UTN-facultad Regional La Plata), reorientó sus investigaciones y en equipo, crearon un spray biocida que elimina el Covid-19 de diferentes superficies con eficacia comprobada en laboratorios certificados por la ANMAT. Es de fácil aplicación en ropa, barbijos y otros materiales, principalmente en objetos de uso diario en hospitales o centros de salud, con bajo costo y de larga duración.
El desafío más grande de estar dentro del cuerpo científico de la Provincia, es hacer ciencia aplicada, es decir, investigar y proyectar investigaciones que terminen en la sociedad”, dice Paula y destaca que no solo es un desafío, sino “lo más interesante, ya que permite hacer que la ciencia sea más tangible y llegar a más personas posibilitando que conozcan lo que hacemos y porqué es tan importante dar apoyo a la ciencia”.
Respecto del acceso de la mujer a la ciencia, pondera que “hace no muchos años atrás, era complejo y siempre se corría en desventaja solo por el género, menospreciando el potencial o las capacidades de trabajo”. Actualmente ese panorama “ha mejorado, está siendo más igualitario, pero hay que seguir trabajando en este sentido para que esta pregunta ya no sea necesaria”.

NILDA VECHIATTI
Ingeniera en Telecomunicaciones. Presidenta de la Asociación de Acústicos Argentinos, y Presidenta de la Federación Iberoamericana de Acústica. Personal de Apoyo Principal de la CIC. Desarrolla su trabajo e investigaciones en el Laboratorio de Acústica y Luminotecnia (LAL), centro Propio de la CIC.
“Desde niña sentí una fuerte vocación docente, uno de mis juegos preferidos era enseñar. En aquella época jugaba a ser maestra, y les enseñaba tanto a alumnos imaginarios como al menor de mis hermanos -que tenía muchas ganas de aprender a leer y escribir-. Para enseñar, primero hay que aprender, así que sin darme cuenta ese juego me fue formando en el ámbito de la investigación”, explica Nilda al recordar esa primera foto que luego la llevaría a transitar el camino de la ciencia.
“En el LAL trabajamos en estrecho contacto con empresas para ayudarlas en el desarrollo de diferentes productos y debo decir, que en la interacción con ese sector productivo, no encontré diferencias por ser mujer”, cuenta. Sin embargo sostiene que el gran desafío que todavía tiene la Provincia con la ciencia de la región, se da en materia presupuestaria: “dada la importancia que tiene la actividad, debería derivar en un mayor presupuesto y por ende, en mejores resultados para la sociedad”.
“Sin duda, las condiciones de pobreza extrema que tenemos en muchos lugares de nuestra Provincia, y de nuestro país, determinan que el acceso a la educación, especialmente a la educación superior, sea muy limitado para una gran parte de nuestra población”, dice en relación al acceso de las mujeres a la ciencia, situación que se endurece un poco más cuando las mujeres maternan. “Esta situación nos condiciona desde varios ángulos, pues tenemos una marcada tendencia natural y social a quedarnos al cuidado de hijos e hijas. Al mismo tiempo, cuando nos postulamos para para trabajar, sigue notándose que los varones son más elegidos, partiendo del supuesto de que no estaremos tan disponibles para el trabajo debido a que estaremos al cuidado de nuestros hijos/as, concluye Vechiatti.

JULIETA NICOLAO
Lic. en Relaciones Internacionales; Dra. en Ciencia Política. Investigadora Asistente de la CIC en el Centro de Estudios Interdisciplinarios en Problemáticas Internacionales y Locales (CEIPIL – UNICEN).
Se define como un espíritu inquieto y explorador, que la acompañó desde su niñez, a la vez que “una profunda necesidad de encontrar respuestas que satisfagan mis inquietudes sobre el funcionamiento de la sociedad, y el rol del Estado en sentido amplio. Por supuesto que mi paso por la universidad pública significó un antes y un después en esta decisión. Ya como alumna avanzada, y luego con el desarrollo de mi tesis de grado, pude sumergirme de modo más profundo en el mundo de la investigación científica, y encontrar una de mis pasiones allí”, remarca.   
En términos de los desafíos que demanda el ejercicio de la ciencia en la Provincia, señala que “no distan de los que atraviesan esta actividad científica en general en nuestro país. Desde el desfasaje en el reconocimiento de nuestra labor a nivel salarial, incluso en el propio contexto de la administración pública, pasando por otros dilemas propios de la actividad”. En ese contexto, agrega que aparece un escollo más para quienes dentro del mundo de la ciencia se dedican a las ciencias sociales y humanas, “debemos realizar y dedicar siempre una energía mayor que la que se les exige a otras áreas del conocimiento”.
“Si miramos quienes ocupan los principales puestos de liderazgo a nuestro alrededor, observamos una abrumadora mayoría de hombres”, expresa sobre la brecha de género en ámbitos laborales. Su reflexión apunta también a otro exceso de energía que suman las mujeres en el ejercicio de su profesión: “llegar a ocupar estos espacios para las mujeres no es imposible, pero requiere un esfuerzo muchísimo mayor, sobre todo para quienes deciden llevar adelante un proyecto familiar”.

ALMENDRA ALADRO
Es Abogada. Becaria interna doctoral en Temas Estratégicos (Hábitat) del CONICET. Plan de Trabajo: “Desafíos y perspectivas del derecho a la ciudad desde el punto de vista de las mujeres”, en el Centro de Investigación y Docencia en Derechos Humanos Dra. Alicia Moreau de Justo, centro CIC-UNMdP. 
Formada en una carrera de grado con un perfil de egreso científico en general poco explorado, Almendra comprendió que su disciplina “tiene mucho que decir con respecto a los fenómenos sociales como el que investigo: ‘Género y derecho a la ciudad’ y, una vez que llegué a esa conclusión, simplemente no pude no elegir este camino”.
En cuanto al acceso a la ciencia sostiene que debe ser “pensado para y por las mujeres porque, históricamente, el paradigma de producción de conocimiento consideró relevante solamente la experiencia de los varones y, por lo tanto, gran cantidad de nuestro conocimiento actual, por no decir casi todo, tiene este sesgo de género”. 
En esa línea, “pensar la ciencia para las mujeres es luchar por eliminar el sesgo de género en la producción y acceso al conocimiento”, remarca. ¿Por qué pensado por las mujeres? “Porque la investigación es un campo de inserción laboral muy reciente para nosotras donde, aún hoy, los estereotipos de género marcan fuertemente nuestro desarrollo individual y colectivo”, subraya.