Un grupo de investigación de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia trabaja en el desarrollo de una aplicación móvil para alertar sobre los riesgos y efectos causados por la infección por el virus de la leucosis bovina y la mastitis. El objetivo es dar cuenta de la situación y del impacto en la producción lechera de tambos bonaerenses. El proyecto es financiado por la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires en el marco de las Ideas Proyecto 2023.
La leucosis bovina es una enfermedad considerada de importancia sanitaria para el comercio internacional: está relacionada con la disminución de la calidad de vida de los animales y el deterioro en la producción láctea. Además, con el deterioro en la funcionalidad y la inmunidad de la glándula mamaria en vacas, lo cual predispone al desarrollo de mastitis. Se trata de un retrovirus que ingresa al organismo del animal, lo infecta y permanece latente durante toda su vida.
Se estima que el virus de la leucosis bovina está presente en casi el 100% de los tambos de Argentina, con un nivel de prevalencia superior al 80% en cada establecimiento. Puede desarrollarse en tres estadios: asintomático, linfocitosis persistente y desarrollo de linfosarcomas.
Desde el Laboratorio de Virología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNICEN trabajan en la optimización del diagnóstico de esta enfermedad mediante la identificación de biomarcadores que posteriormente van a ser almacenados en una aplicación móvil. Para esto, utilizan la técnica del PCR, herramienta empleada en el laboratorio para el diagnóstico de COVID-19 y otras enfermedades. “El desafío es ponerla a punto para las muestras de leche, porque es mucho más práctico y mucho más barato que hacer una extracción de sangre”, explica Guillermina Dolcini, Dra. en Ciencia Animal y directora del proyecto.
Desde el grupo de trabajo implementaron la clasificación de los animales en relación a la carga de virus que presentan. “Los que están infectados y tienen alta carga viral tienen una mayor cantidad de células y de linfocitos infectados, entonces mayor probabilidad de transmisión”, agrega.
Algunos animales pueden mantener baja carga viral durante toda su vida. “A estos los llamamos controladores de la proliferación viral”. Esta identificación es fundamental desde el punto de vista inmunológico y para disminuir las posibilidades de transmisión a animales sanos.
El proyecto apunta a que la aplicación sirva de insumo para que los productores puedan detectar de forma más rápida el efecto de la presencia del virus en sus tambos y su relación con la mastitis. La idea es determinar el nivel de riesgo de mastitis según la infección, estableciendo parámetros en rojo, amarillo y verde. “Es una aplicación informativa. Las decisiones sobre cómo continuar las toman los productores”.
El virus de la leucosis bovina necesita permanecer mucho tiempo en el organismo para desregular el sistema inmunológico de la vaca y manifestar alguna condición patológica como tumores. Por esta razón es común en bovinos de tambo, lugar donde pueden estar más de diez años. En ese lapso los animales con mayor carga de virus pueden desarrollar linfosarcomas o linfocitosis persistentes.



¿Afecta la producción de leche?
En Argentina no existen estudios que determinen la relación entre esta infección y una menor producción de leche. No obstante, países como EEUU y Japón comenzaron a analizar la relación entre el virus y patologías como la mastitis, infección sumamente determinante en el proceso de producción lechera.
Desde el grupo trabajan en el estudio de la mastitis dado que el virus de la leucosis bovina
Infecta a las células del sistema inmune y predispone a infecciones de la glándula mamaria, el órgano productor más importante en la cadena de producción. Se trata de una inflamación de los tejidos de la glándula mamaria y se desarrolla como respuesta a un daño físico, irritación química o infección intramamaria causada por bacterias.
En cuanto al posible rol zoonótico de este virus, desde el laboratorio analizan su presencia mediante la detección en trabajadoras y trabajadores rurales de la zona. Si bien hasta el momento no se lo encontró en las muestras obtenidas, está reportado el registro de fragmentos virales en células de descamación o inmunes. Sin embargo “Como la leche se pasteuriza para ser consumida no hay posibilidad de transmisión o de peligro por ingestión”, concluye la investigadora.
Por Mariana Hidalgo