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“Las mujeres tuvimos que sobreproducir para mostrar que merecemos ocupar nuestros lugares”

En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Almendra Aladro, becaria del CIDDH, habla sobre las dificultades e inequidades que afrontan las mujeres en el sistema científico argentino.

  • Entrada publicada:11 febrero, 2021

En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Almendra Aladro, becaria del CONICET en el Centro de Investigación y Docencia en Derechos Humanos “Alicia Moreau” de la UNMDP y asociado a la CIC, nos cuenta las inequidades que sufren las mujeres en el sistema científico, los avances que se produjeron y los puntos que aún deben avanzar para lograrse la igualdad de oportunidades.

¿Cómo ves la situación actual de las mujeres en el ámbito científico?

La situación de las mujeres en el sistema científico-tecnológico-académico ha sido marcada históricamente por la presencia de inequidades, al igual que en el resto de los aspectos de la vida social. Existe un techo de cristal muy claro que impide el acceso de las mujeres a cargos de jerarquía. Por otro lado, los mecanismos que algunos sistemas articulan para la prevención y erradicación de la discriminación y la violencia se componen sin escuchar la opinión de las trabajadoras y con normativa poco clara, lo cual los convierte en espacios de revictimización de quienes han sufrido ese tipo de hechos. 

“Existe un techo de cristal muy claro que impide el acceso de las mujeres a cargos de jerarquía”

¿Observás que todavía se reproducen determinados estereotipos sobre las capacidades y roles de las mujeres?

Creo que existen muchos estereotipos de género que se reproducen al interior del sistema. Desde los roles que las mujeres son forzadas a adoptar en sus puestos de trabajo hasta el área del conocimiento en el cual realizan sus aportes son materias de permanente cuestionamiento, al igual que sus estrategias de compatibilización entre las responsabilidades, quehaceres domésticos y la inserción laboral.

¿Cuáles son los principales avances que has notado en los últimos años?

Los escasos avances de los últimos años han sido conquistas históricas de las mujeres de ciencia y tecnología, quienes se han organizado principalmente en torno a la lucha por licencias por maternidad y protocolos de actuación ante casos de violencia de género. Lamentablemente, en la práctica, estas conquistas se ven embestidas con bastante regularidad.

¿Qué cambios faltan para lograr la igualdad de oportunidades?

El ámbito científico-tecnológico-académico tiene una gran deuda en materia de género en distintos niveles. Creo que la principal está vinculada al reconocimiento de las tareas de cuidado a cargo de la mujer dentro de la propia relación laboral. Ese reconocimiento implicaría otorgar licencias a madres y padres para el cuidado de sus hijas/os en igualdad de condiciones, fomentar la redistribución de las tareas de cuidado, compatibilizar los espacios de trabajo con los cuidados mediante la reglamentación de guarderías, entre otras medidas. Además, no puedo dejar de mencionar la falta de incentivo al ingreso de personas travestis, transexuales y transgénero al sistema. Lo mismo puede decirse de las mujeres con discapacidad. Todo esto debe ser especialmente cuestionado desde las Ciencias Sociales.

“La pandemia que atravesamos ha dejado al descubierto la precariedad en la cual las mujeres se desarrollan profesionalmente”

¿Por qué crees que no tienen el mismo acceso a los cargos jerárquicos?

La pandemia que atravesamos ha dejado al descubierto la precariedad en la cual las mujeres se desarrollan profesionalmente, ya que quedó en evidencia la situación de multiempleo, en algunos casos con tareas gratuitas, en el que nos desenvolvemos. No logramos acumular antecedentes académicos a la misma velocidad que los varones. El lugar de las mujeres en las relaciones sociales ha sido históricamente ocuparnos de la reproducción. Esto implica, además de la reproducción biológica, cuidar de las/os hijos/as y de otras personas con distintos niveles de dependencia (como personas con discapacidad y adultxs mayores), y realizar los quehaceres domésticos. En definitiva, todas esas actividades que se quisieron invisibilizar pero que son clave para sostener la producción. Por otro lado, hemos tenido que “probar nuestro valor”, es decir, sobreproducir para mostrar que merecemos ocupar nuestros lugares aunque tengamos igual o mejor capacitación que los varones, pero esto no se refleja en nuestra jerarquía.

¿Cómo es la situación en tu ámbito laboral?

Mi ámbito laboral es muy particular, ya que soy becaria de CONICET y trabajo en un Centro de doble dependencia, con lo cual el abanico de situaciones es amplio pero no diverso. Las mujeres en el sistema científico-tecnológico-académico tienen un techo de cristal muy claro que se observa con claridad en la brecha jerárquica y salarial entre varones y mujeres. La gran cantidad de adscripciones a cátedras y de investigadoras que no logran sobrepasar un escalafón medio hasta avanzada edad es la prueba más clara de cómo repercute en el sistema la desigualdad de género.


Almendra Aladro es abogada egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata, becaria interna doctoral en Temas Estratégicos (Hábitat) del CONICET con el Plan de Trabajo “Desafios y perspectivas del derecho a la ciudad desde ‘el punto de vista de las mujeres’, con lugar de trabajo en el Centro de Investigación y Docencia en Derechos Humanos “Dra. Alicia Moreau”(CIDDH), de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata y asociado a la CIC.

Actualmente se encuentra finalizando una Estancia Corta de Investigación otorgada por la Fundación Carolina y la SEGIB con el plan de trabajo “Género y Nueva Agenda Urbana: La inclusión del derecho a la ciudad en la ley Orgánica 3/2007para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres y su recepción normativa en la ciudad de Madrid”, con lugar de trabajo en el Instituto de Derechos Humanos Peces Barba de la Universidad Carlos III y bajo la dirección de la Dra. María Carmen Barranco Avilés, Instituto con el cual el CIDDH lleva relaciones de cooperación académica de larga data.