Investigadores bonaerenses trabajan en el desarrollo de un tipo de hormigón reforzado con fibras para la construcción de veredas en barrios populares. El objetivo es la aplicación de una tecnología efectiva, que requiera menos tiempo para su desarrollo y que sea más segura y económica.
Según los datos arrojados por el Registro Nacional de Barrios Populares, RENABAP, el partido de La Plata encabeza la lista de municipios con más cantidad de barrios populares de la región, lista que conforma junto a La Matanza y Moreno.
Desde el Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica -LEMIT– centro de Investigación propio de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia, proponen una alternativa para la construcción de veredas en un barrio donde casi no existen: realizarlas mediante hormigón reforzado con fibras poliméricas. La propuesta plantea realizar una primera experiencia piloto dentro del barrio Puente de Fierro, compuesto por 4669 habitantes y posicionado como el más poblado dentro de Altos de San Lorenzo, en La Plata.
La construcción de estas veredas representa una mejora en la calidad de vida de las personas del barrio, dado que mejora la seguridad y la movilidad de las y los vecinos que, ante la falta de espacios en condiciones, caminan por calles que son angostas o superficies cubiertas de tierra o barro.
En esta línea, la incorporación de macrofibras en el hormigón es importante porque sirven para evitar la formación de fisuras o para mantener la integridad del pavimento en el caso de que aparezcan. Por esta razón, el empleo de este tipo de hormigón es muy común en la construcción de losas sobre suelo y en la elaboración de pisos industriales. Además, el campo de aplicación de las fibras poliméricas es muy variado. Dentro de la industria de la construcción también se usan en minería o para estabilizar rocas y taludes. En la actualidad, Argentina cuenta con producción propia de este recurso, lo que lo convierte en una tecnología accesible.



El uso de este hormigón como alternativa a las tecnologías tradicionales podría representar un ahorro importante en términos de desarrollo y construcción ya que es sencillo de aplicar, no se precisa incorporar mallas de acero a las veredas, y se podría, incluso, reducir el espesor de las capas de hormigón. Además, si se compara con el uso de mallas de acero, las fibras poliméricas no representan ningún tipo de peligro para quienes transitan por estos espacios.
Dado su relevancia, el proyecto recibió financiamiento del Fondo de Innovación Tecnológica de Buenos Aires (FITBA) promovido por la Subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia de Buenos Aires.
Una tecnología segura, rápida y eficaz
Raúl Zerbino es investigador en el LEMIT y director del proyecto y junto a su grupo de investigación trabaja en el desarrollo y aplicación de hormigón reforzado con fibras, en particular sobre macrofibras sintéticas, desde hace al menos veinte años. En ese marco, explica: “Está comprobado que las losas sobre suelo elaboradas con hormigón con fibras son menos sensibles a la presencia de defectos en la capa donde se va a construir”. Esto quiere decir que desde el punto de vista operativo la técnica es bastante sencilla de aplicar: solo requiere que se agreguen las fibras en la cantidad adecuada al momento de preparar el hormigón. “Cabe aclarar que no es cualquier polímero, cualquier fibra o cualquier dosis, esto hay que evaluarlo previamente”, agrega.





El proyecto tiene como objetivo la utilización de un prototipo que sea seguro, rápido y eficaz. “La idea es mostrar tanto al municipio como a otras entidades que se dispone de esta tecnología y evaluar su factibilidad para este tipo de aplicaciones”, detalla el investigador. Pero a su vez advierte: “La industria de la construcción en nuestro país de por sí es conservadora por lo que esto también implica un desafío”.
En una primera instancia se van a construir veredas de espesores variados sobre diferentes condiciones de preparación del suelo en tres cuadras que fueron elegidas por los vecinos. Para esto se tuvo en cuenta el grado de necesidad de quienes habitan la zona como el accesos a paradas de colectivos, la movilidad de niñas y niños hacía instituciones educativas, etc.
En el marco de este proyecto desde el Laboratorio se organizaron visitas donde los vecinos pudieron observar de qué manera se prepara el material y cuál es la respuesta mecánica del mismo. “Este proyecto también puede ser una fuente de capacitación, como para que alguien pueda entusiasmarse con trabajar en la industria de la construcción y aprender a usar estas tecnologías”, asegura el ingeniero.
Desde hace años, el LEMIT se posiciona como un centro de investigación referente en el área de la tecnología del hormigón desarrollando tecnología aplicada y participando en la redacción y actualización de manuales, normas y reglamentos. “Parte de nuestra función como LEMIT y como miembro del sistema científico es conocer, investigar, desarrollar y mostrar lo que hacemos”.
La iniciativa busca evaluar el grado de utilidad de las veredas a partir del seguimiento mediante encuestas y de las prácticas cotidianas de los transeúntes para que, en un futuro, pueda replicarse en otros barrios populares de la región.
Por Mariana Hidalgo