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Buscan garantizar el acceso al cannabis vinculado a salud y alimentación

Desde el centro de la Provincia trabajan en nuevas formulaciones con cannabis para el tratamiento del dolor y el desarrollo de alimentos, con costos más accesibles.

  • Entrada publicada:9 abril, 2024

Un grupo de trabajo del Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería del Centro de la provincia de Buenos Aires (CIFICEN/ CIC-CONICET-UNICEN) trabaja en el desarrollo de formulaciones con principios activos de cannabis para ser utilizadas en productos relacionados a la salud, como aceites o emulsiones, y vinculados a la alimentación. El objetivo es que sean accesibles para pacientes que quieran tratar síntomas ligados al dolor y otras patologías.

En los últimos años la investigación, producción y comercialización de productos derivados del cannabis aumentó considerablemente dado los efectos terapéuticos de la planta, particularmente relacionadas a la presencia de CBD (cannabidiol) y THC (tetrahidrocannabinol). Sin embargo, el acceso sigue siendo limitado y costoso. 

El proyecto busca generar un extracto concentrado de producción local que pueda ser derivado al laboratorio público de medicamentos de la ciudad de Olavarría para que desarrolle una formulación final, como podría ser un aceite o emulsión. La finalidad es que sea distribuido y administrado entre personas que busquen aliviar su sintomatología y no puedan acceder a la compra de estos insumos. 

A diferencia de lo que se conoce y comercializa hasta el momento, las y los investigadores trabajan en formulaciones que tengan más de un componente de la planta y, además, desarrollar micropartículas que puedan ser incorporadas en las emulsiones para que se dispersen y lleguen al sitio donde deban actuar. Se busca que sea benéfico en síntomas asociados al dolor neuropático y oncológico, pero también en patologías como fibromialgia, artrosis, artritis, entre otras. 

“Somos acérrimos defensores ideológicos de la sinergia que generan todos los componentes, que es lo que se visualiza cuando uno hace un relevamiento de uso cannábico”, explica Gastón Barreto, Dr. en Química y director del proyecto. “Casi todas las formulaciones que se utilizan y provienen de asociaciones civiles o de cultivadores son extractos completos de plantas”, agrega. 

El objetivo es que las formulaciones tengan el perfil composicional que tiene la planta en su naturaleza. “Pensar formulaciones multicomponentes es pensar en los beneficios medicinales”, asegura el investigador. 

En la actualidad existen dos medicamentos de producción nacional que contienen solo un componente de la planta y se utilizan como antiepilépticos y anticonvulsivantes. El precio de las presentaciones más chicas ronda los trescientos mil pesos y su costo está relacionado a la necesidad de importar sus insumos. “Creemos que tenemos todas las capacidades como para poder evitar esa importación y atender a la demanda que existe”, explica Barreto.

Según un relevamiento realizado por una clínica de salud de la ciudad y retomada por el grupo de trabajo, solo en esa institución hay 180 pacientes que optaron por tratamientos cannabicos. Entre los síntomas a tratar, el dolor figura como el principal factor que los lleva a una consulta independientemente de la complejidad de la patología de base.  

“Queremos generar alguna formulación con trazabilidad similar a lo que conocemos y que la mayoría de las veces se produce vía informal o a través del marco normativo de REPROCAN”, detalla Barreto. El REPROCAN es el Registro Nacional de Personas Autorizadas al Cultivo Cannábico con fines medicinales y/o terapéuticos activo en el país en el año 2021.

Aplicación en la industria alimentaria

Para que estas formulaciones puedan ser incorporadas en el desarrollo de alimentos, que sean aptos para el consumo humano y puedan utilizarse dentro de la industria, tienen que ser elaborados con material vegetal con contenido de THC menor al 1%. 

En esta línea, desde el laboratorio trabajan con una empresa alimenticia marplatense interesada en desarrollar cultivos de cáñamo como fuente de fibra textil, de semilla y como generadora vegetal. El objetivo es trabajar de manera conjunta en algún desarrollo aplicado a alimentos funcionales. 

Alcances y limitaciones 

En el año 2022 Argentina reglamentó la Ley Nº 27669 con el fin de regular el desarrollo industrial del cannabis medicinal y de cáñamo. De esta manera se contempla la utilización del cannabis para uso medicinal desde la cadena de producción hasta la comercialización y la exportación de la planta, semillas y derivados. No obstante, desde la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) incorporaron el uso de la semilla del cáñamo como ingrediente pero no al cannabidiol.

“La cautela en el código alimentario es acertada porque la vía oral es más compleja por lo tardío que es el efecto, entonces hay que conocer muy bien la dosificación y administración. Si bien el cannabidiol no es psicoactivo, amerita un control estricto de las variables para el uso”, explica el investigador.

“Nuestro proyecto se enfoca en generar partículas que contengan principios activos derivados de cannabis principalmente cannabidiol (CBD) e incorporarlos en alimentos funcionales. Esa discusión se sigue dando pero aún no se resolvió normativamente. Entendemos que el mundo avanzó y en algún momento va a suceder y por eso las dos líneas de trabajo”, concluye. 

Por Mariana Hidalgo