Mediante un encuentro virtual se presentó “¿Qué nos hace humanos?, un manual para pensar(nos) en las aulas”. Es un proyecto editorial interdisciplinario pensado para estudiantes bonaerenses de la secundaria. De la presentación participaron el autor de uno de los artículos que compone el manual, Darío Sztajnszrajber, los/las editoras de la publicación y autoridades de la CIC y la Dirección General de Cultura y Educación.
“¿Qué nos hace humanos?…” parte de preguntas que estudiantes secundarios se realizaron sobre la evolución humana y que fueron respondidas por especialistas, científicos/as, divulgadores/as, artistas y desde la filosofía. El manual, pensado para estudiantes secundarios bonaerenses, fue editado por Alejandra Pupio, Rodrigo Alonzo Alcalde y Laura de la Fuente, publicado por la Universidad Nacional del Sur y financiado parcialmente por la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires.
Durante la presentación, Nicolás Olszevicki, director provincial de Comunicación de la CIC, se refirió al manual: “¿Qué nos hace humanos? es un tópico especialmente interesante para divulgar ciencia y conocimiento en general porque, primero, exige un enfoque de carácter interdisciplinario (el que crea que esta es una pregunta que se puede responder desde una disciplina se equivoca). Por otro lado -continuó- es una especie de antimanual ya que está compuesto por una serie de preguntas que no están cerradas, que se abren a la discusión”.
Por su parte, Myriam Southwell, directora provincial de Educación Secundaria de la DGCyE, manifestó que “esta es una forma de fortalecer la enseñanza -en la secundaria en particular- como espacios de conversación y de intercambio para abrir preguntas sin respuestas predefinidas”. Y agregó: “¿Qué nos hace humanos? Es una pregunta que debería estar abierta siempre para actualizar nuestras coordenadas y para que nos ayude a pensar los claroscuros de esta época”.
A continuación, el filósofo Darío Sztajnszrajber ensayó un recorrido desde distintas miradas de la filosofía en la que deconstruyó el título del manual. Por otro lado, agradeció a los editores por convocarlo a participar de la publicación y sentenció: “yo soy manulista. Me he peleado mucho defendiendo el manual porque creo en el valor de los libros originales, obvio; ahora, un manual es un ejercicio de acercamiento, una pedagogía de acercamiento a ese sentido común no habituado a la lectura, y por lo tanto a la apertura de preguntas existenciales que ayude, sin perder rigor, a lidiar con ese texto original y exprimirlo lo máximo que se pueda”.
Continuó: “El manual tiene un valor de iniciador. La propuesta para una sociedad más libre es, justamente, que la pregunta y el cuestionamiento sea una virtud de la que cualquiera se pueda apropiar. Para apropiarse no hay facilitador mejor que este tipo de proyecto: manuales, divulgación, incluso lo que hacemos en canal Encuentro tiene esa lógica”.
Finalmente, Sztajnszrajber cerró su exposición asegurando que la educación secundaria “junto con la divulgación hacen que estos grandes problemas no queden momificados en una cantidad de textos para nadie, sino darles una vuelta y ponerlos a disposición de la ciudadanía”.
Cerraron el encuentro Alejandra Pupio y Laura de la Fuente (ambas editoras de la publicación) que junto a María Laura Pérez y César Miralia, curricularistas DPESec, se refirieron al origen del manual, el trabajo mediante talleres con alumnos/as y de qué manera estos se apropian de los textos.