Una encuesta realizada a 3.200 familias de La Plata, Berisso y Ensenada mostró el fuerte impacto de las estrategias desplegadas por las y los docentes para evitar la desescolarización durante la pandemia. “Casi la totalidad de los niños/as (89%) se encontraba realizando habitualmente las tareas escolares”, afirmaron investigadoras/es del CEREN. Además, indicaron que en 7 de cada 10 hogares las tareas resultaban “adecuadas y suficientes” y, a su vez, el sondeo evidenció un elevado tiempo promedio destinado a tareas escolares, siendo una de las principales actividades cotidianas de los chicos/as en el hogar.
Estos resultados surgen de un estudio realizado por investigadoras/es del Centro de Estudios en Nutrición y Desarrollo Infantil (CEREN) que se enmarca en el proyecto “Condiciones de vida de los hogares y cuidados frente al aislamiento social preventivo y obligatorio por COVID-19 en La Plata, Berisso y Ensenada. Estado de situación del bienestar infantil y propuestas”, en el marco del Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
Su objetivo es identificar los efectos del aislamiento social preventivo y obligatorio derivados de la pandemia del COVID-19 en el bienestar de niños, niñas y adolescentes en La Plata, Berisso y Ensenada y las estrategias que se desarrollan para afrontarlos, en los hogares y escuelas.
Entre las múltiples dimensiones abordadas (como medidas de prevención, higiene y cuidado; desarrollo psicosocial y emocional; alimentación; actividad física; actividades recreativas; entre otras) una de las principales fue el sostenimiento de la escolarización.
A partir de entrevistas a actores del ámbito educativo y una encuesta online realizada durante agosto/septiembre de 2020 a 3.200 familias de niños, niñas y adolescentes de escuelas públicas de La Plata, Berisso y Ensenada se pudo hacer una aproximación a las percepciones y prácticas que los/las docentes (del nivel inicial, primario y secundario), los padres/madres y los niños, niñas y adolescentes despliegan en este marco de pandemia con aislamiento social, preventivo y obligatorio.
En esta charla, Susana Ortale, Javier Santos y Maira Querejeta cuentan los resultados de la investigación.
¿Cómo se viene transitando la escolarización en tiempos de pandemia?
Como sabemos, la pandemia del Covid19 en la Provincia de Buenos Aires impuso que las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio requirieran -con excepciones y desigual intensidad-, la suspensión de las clases presenciales y la búsqueda de modalidades virtuales como medio para el sostenimiento de la escolarización. Esta situación fue generalizada en el AMBA, incluyendo al Gran La Plata. Contrastando con nuestra hipótesis y con apreciaciones generalizadas referidas a esta cuestión en la etapa posterior a las vacaciones de invierno, la información ofrecida por las directoras de las 60 escuelas públicas integrantes de la muestra y las madres o padres de los niños, niñas o adolescentes mostró las distintas estrategias desplegadas por las y los docentes para evitar la desescolarización y mantener el vínculo y acompañamiento en las tareas de quienes identificaban en riesgo de llegar a esa situación.
O sea que la escolarización se mantuvo.
A pesar de las dificultades y los limitados recursos tecnológicos y de conectividad (entre los docentes, los hogares y estudiantes) lo que se observa es un esfuerzo destacado en el sostenimiento de la escolarización.
¿Qué dispositivos se emplearon?
El principal dispositivo usado para el sostenimiento de la educación es el celular (95%). Notebook, PC de escritorio y tablet tienen cada uno de ellos una presencia en los hogares que oscila entre el 20% y el 30%. En este sentido, la mayoría de los hogares dispone de celular (con datos) para resolver los intercambios de los niños, niñas y adolescentes de la familia con las escuelas. Asociado a esto, en las entrevistas realizadas a autoridades del nivel inicial se señaló que las discontinuidades en el contacto que estaban registrando se relacionaban con la necesidad de los hogares de privilegiar el uso de dispositivos para las tareas de otros niños, niñas o adolescentes del hogar que cursaban en los niveles primario o secundario.
¿Y esa limitante en el equipamiento no se tradujo en menor realización de las tareas, por ejemplo?
Aún con las limitantes en la disponibilidad de equipamiento y conectividad para el sostenimiento del contacto virtual para la escolarización, casi la totalidad de los niños/as (89%) se encontraba realizando habitualmente las tareas escolares y 7 de cada 10 hogares indicaron que las tareas resultaban adecuadas y suficientes. Además, gran parte de los hogares (81%) plantearon no tener dificultades de acceso a las tareas escolares. Sólo un 7,5% planteó tener dificultades de acceso no debido a la oferta escolar sino -nuevamente- a la falta de conexión a Internet/datos móviles, falta de crédito en el celular, falta de celular o computadora.
¿Y se planteó alguna alternativa para esos casos?
En el caso de los problemas de acceso a las tareas de manera virtual, las escuelas elaboraron y entregaron materiales impresos y cuadernillos de actividades en función del diagnóstico realizado por cada una de ellas. Es cierto que no podemos afirmar su eficacia y resultados, pero sí podemos afirmar que las desigualdades sociales fueron atendidas y que la educación no pivoteó sobre la asunción de la modalidad virtual entendida como “todo o nada”.
¿Es alto el porcentaje de alumnos/as que no realizaban las tareas?
El 6% de los informantes planteó que los hijos/as no realizaban las tareas (porcentaje que correspondería a 200 alumnos/as) también por razones de conectividad y disponibilidad de dispositivos y además por reticencia de los/as estudiantes, o por dificultades de las madres/padres para ayudarlos en su resolución. Casi la mitad de los niños/as requería acompañamiento para la realización de las tareas escolares, siendo las madres quienes mayoritariamente lo hacían.
¿De la encuesta surgió alguna otra preocupación de padres y madres vinculada a la escolaridad?
Sí: la pérdida del vínculo entre los niños, niñas o adolescentes con la escuela y compañeros/as (45%), la evaluación de los aprendizajes (29%), la falta de autonomía de los hijos/as para resolver las tareas (25%), la falta de tiempo y la falta de conocimiento de madre/padre para acompañarlas/os en las tareas (22% en cada caso) y el acceso al material educativo (20%).
El esfuerzo por sostener la escolarización desde la escuela y el hogar, se expresan también en la dedicación de niños, niñas y adolescentes.
¿Se sabe el tiempo que las familias dedicaron para sostener las clases en el hogar?
Dentro del conjunto de actividades cotidianas que realizaban, las/los informantes reconocieron a las tareas escolares como las principales, superando el porcentaje de las ligadas al ocio y recreación. El tiempo promedio destinado a las mismas se denota elevado, donde 4 de cada 10 realizaba tareas escolares todos los días y 5 de cada 10 entre 2 y 4 días y la mayoría (67%) destinaba 2 o más horas por día a esta actividad. De allí que se destaque como una de las principales actividades cotidianas de los chicos en el hogar.
Con todo, y a pesar de las limitaciones en los recursos tecnológicos y de conectividad, en la comunidad educativa de las escuelas públicas de La Plata, Berisso y Ensenada se observa un esfuerzo destacado (entre los docentes, los hogares y estudiantes) en el sostenimiento de la escolarización a través del fortalecimiento del vínculo entre la escuela y los hogares/estudiantes y principalmente en la elaboración (docentes) y realización de tareas escolares (estudiantes acompañados principalmente por la madre) denotando el compromiso, valor y esfuerzo por la educación.